lunes, 30 de abril de 2012

Afortunadamente, hay discursos alternativos

Recortar, recortar y recortar. Es lo que oímos todos los días en los diferentes medios de comunicación. Lo que nos dicen machaconamente nuestros gobernantes. No hay más solución que empequeñecer el gasto público. No más maestros, no más médicos, no más investigadores. Parece una especie de castigo de los dioses. Es el único camino para llegar... no se sabe adonde.
Afortunadamente, hay discursos alternativos. Pero requieren ser pronunciados, comunicados y ser escuchados por la mayor cantidad de gente posible, para poder cambiar el estado de opinión hoy dominante y que puedan convertirse en políticas diferentes, capaces de sacar a este país del desánimo y del estado de desorientación generalizada en que nos encontramos.
El pasado día 26 de abril tuvo lugar el acto de presentación de la asociación economistas frente a la crisis, cuyo objetivo es difundir un discurso, distinto al predominante hoy, que nos ayude a salir de la crisis en vez de sumirnos más en ella. Bienvenida sea esta asociación de economistas que quieren aplicar sus conocimientos para conseguir un mundo mejor, para ayudar al bien común en vez de emplearlos en la defensa de intereses particulares de una minoría de poderosos.
Como dijo Jorge Fabra, uno de sus promotores, en su presentación, se hace necesario denunciar a los que usan la crisis como coartada para acabar con el modelo de sociedad que tanto esfuerzo colectivo ha costado, conocido como sociedad del bienestar, tan tardíamente implantado en España después de sufrir una larga y pesada dictadura. No pueden suprimirse de un plumazo derechos y libertades sindicales alegando una especie de necesidad irremediable para salir de la crisis. No podemos volver a la desgracia de vivir en las redes de un estado mínimo, incapaz de atender necesidades básicas en una sociedad moderna, democrática y equilibrada, relativas a la salud, la educación, las pensiones, la asistencia social, la investigación.
Hay otros caminos para salir de la crisis sin destruir nuestro modelo de sociedad, economía social de mercado, inventada en Europa después de la segunda guerra mundial. No se olvide que el epicentro de la actual crisis se encuentra en una mala o nula regulación de los mercados, especialmente de los financieros, en la creencia -ahora comprobada como falsa y sin fundamento racional- de que ellos no necesitaban ser controlados. Y los mercados mal regulados o faltos de regulación, descontrolados, causan problemas muy graves, como los que estamos padeciendo.
En nuestro país se han perdido ya el 15 por ciento de los empleos que había en el año 2007 y estamos sufriendo una tasa de paro -gravísimo el de los jóvenes- creciente y socialmente insoportable. Además, nos pregonan un panorama futuro mucho más sombrío, por los recortes que -nos dicen- piden "los mercados". Es el estado el que tiene que embridar a los mercados, no al revés. Son los mercados los que nos han llevado a esta situación, no al revés.        

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Nací en Valverde del Camino (Huelva) en diciembre de 1948. A los 17 años me fuí a estudiar a Madrid, donde viví hasta los 30. Me trasladé a Huelva y luego, con un intermedio de algún tiempo en Granada, a Sevilla, donde vivo ahora. ¿Desconcertado? Por la desorientación y perplejidad que me producen situaciones que he conocido o vivido, por comprobar que casi siempre la realidad supera a la ficción."En los blogs se busca el relato en primera persona, que es en torno a lo que pivota el sistema informativo de Internet".Me gustó esta frase y la suscribo.