Aguardiente, con esta palabra está todo dicho para una bebida tan fuerte y con tantas y tan diversas connotaciones. En mi pueblo se le llama puchero a la mezcla con agua; y en la cuenca minera de Riotinto y en Huelva, mangüara, dicen que por el sonido que apreciaban los del pueblo a los ingleses cuando pronunciaban las palabras man y water para referirse a lo que bebían los mineros antes de bajar a las entrañas de la tierra (como diría Juan Cobos).
Al primer hospital moderno que se construyó en Huelva se le conocía (porque ya ha desaparecido) como El Agromán, por el nombre de la empresa constructora que lo edificó. Algo parecido, tomar la marca de un cacharro por el nombre del propio artilugio, nos pasó en toda España con la turmix para designar a una batidora. Y le está pasando hoy al i-pod para referirnos a los reproductores de mp3.
1 comentario:
Y al Danone con los yogures...
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