martes, 30 de septiembre de 2008

El abogado

Me llamó la atención en su día enterarme de la relación que tuvieron Eduardo Barriobero y Carmen de Burgos (Colombine).

En "La novela de un literaro" de Rafael Cansinos-Asséns, puede leerse (pgs 72-73):

"Rencorosa y cruel, Colombine publica en El Cuento Semanal una novelita titulada "El abogado", que es una biografía satírica del autor de "Sincerasto el parásito".

Barriobero, naturalmente, se ve a sí mismo en ese espejo deformado y como abogado le presenta a Colombine querella por injuria y difamación.

El asunto trasciende a la prensa y Colombine moviliza sus influencias empezando por el pae Ferrándiz, que escribe en su defensa un artículo ditirámbico, sin prescindir de alusiones al procedimiento poco caballeresco del amante despechado. Lo notable es que Barriobero es hombre de izquierdas y los amigos de Colombine también. Así que estos últimos se ven en un dilema...".
Una amiga me consiguió un ejemplar de la mencionada novela, edición del 2 de julio de 1915. Cuenta la historia de una madre soltera, Manolita, que se ve engañada por el padre de su hijo, un burgués casado de buena posición económica. Recurre la pobre mujer al abogado D. Edgardo para defender sus intereses y, sobre todo, los de su hijo mediante un pleito. Empieza a recibir largas y más largas y el pleito sin resolverse, hasta que es llamada al despacho del abogado para recibir la mala noticia de que ha perdido el pleito. Todo lo que había ocurrido era que, cobrando de ambos lados, el abogado había dejado perder la causa de la desgraciada en beneficio del amante que la hizo madre.

martes, 23 de septiembre de 2008

Dar cuenta

Cuando se administran bienes que no son propios, lo suyo es dar cuenta al dueño de la gestión realizada con los mismos. Si lo que se administra es público, es decir, de los ciudadanos, esa dación de cuentas es obligada; especialmente en sociedades modernas y avanzadas como la nuestra. El agente debe informar al principal de todo lo relacionado con la gestión para la que fue mandatado.

Acaba de publicar Transparencia Internacional-España las "notas" o "calificaciones" que a su juicio han obtenido los cien ayuntamientos españoles con mayor número de habitantes, en relación a esto de informar a los ciudadanos de lo que hacen con lo suyo.

Llama la atención comprobar cómo "suspenden", "son cateados" o "no progresan adecuadamente" en la información económico-financiera, en lo relativo a las contrataciones de servicios y en aquello que tiene que ver con el urbanismo y las obras públicas. No le tienen mucha afición, que digamos, a contarnos qué hacen con el dinero de los impuestos, ni a decirnos cuántos euros manejan y en qué y cómo los emplean; tanto es así, que de los cien ayuntamientos evaluados, setenta y siete "deben repetir" en información económico-financiera, nueve de ellos con un cero patatero (cinco de esta pandilla, andaluces). Sesenta ayuntamientos de los cien cuentan poca cosa sobre las contrataciones de servicios, diez con un cero, o sea, no cuentan nada. Y cuarenta y cinco, son poco comunicativos en materia de urbanismo.

En fin, que para el curso que viene necesitan mejorar. ¿No?

martes, 2 de septiembre de 2008

Carlos Morla Linch

"En España con Federico García Lorca" de Carlos Morla Linch, reeditado por Renacimiento, ha sido mi compañero en los ratos de lectura reposada durante este recién pasado mes de agosto en la playa. Me ha sumergido en las numerosas reuniones y tertulias que protagonizó, con Federico García Lorca casi siempre y en las primeras lecturas de sus grandes obras de poesía y de teatro terminadas de escribir unas horas antes; con Manuel Altolaguirre (Manolito) y su mujer Concha, Sánchez Mejías, Luis Cernuda, Alberti y Maria Teresa León en muchas ocasiones; con Manuel Azaña, Fernando de los Rios; con Unamuno, Ortega; con Pepe Caballero; con Rubinstein; con...
¡Cómo he disfrutado!

El arte de la mentira política

El alma es como un espejo. Por uno de sus dos lados, el hecho por Dios, es plano; y cilíndrico por el otro, hecho por el Diablo. Aquél lado representa los objetos al natural, tal como son de verdad, mientras que éste representa como falsos los objetos verdaderos y como verdaderos los falsos. Todo el arte y el éxito de la mentira política depende del lado cilíndrico del alma. Nuestro espíritu tiene una especial querencia por la malicia, efecto posiblemente del amor propio o del placer que nos produce encontrar hombres más ruines, cobardes, despreciables y desgraciados que nosotros.La mentira política es el arte de hacer creer al pueblo falsedades saludables y hacerlo a buen fin. Es arte para distinguirlo de la acción de decir la verdad, para lo que no se necesita de ningún arte. Deben parecer saludables y alcanzar la finalidad para la que se usa.
Así como el pueblo tiene derecho a la verdad privada, no tiene ninguno a la verdad política (en la práctica del gobierno). En lo relativo a este tipo de verdad, los hombres deben tener distintas porciones de ella en función de sus capacidades, sus cargos y sus oficios. El derecho a inventar y difundir mentiras políticas no sólo reside en el gobierno; en la medida en que vivimos en un régimen democrático, también lo tiene el pueblo, que puede emplearlo, por ejemplo, para hacer caer a un ministro o para derribar gobiernos y defenderse.


Hay distintos tipos y clases de mentiras políticas: calumniosa, por aumento o por translación. La calumniosa le arrebata a un hombre la reputación que se ganó justamente. La de translación transfiere el mérito de una buena acción de un hombre a otro poseedor de título (se entiende cargo) superior; ó por la que se quita el demérito de una mala acción a quien la cometió para transferirlo a otro de menores méritos (en la escala del poder). La de por aumento atribuye a alguien algo que no le pertenece. Lo maravilloso, lo que traspasa la barrera de lo verosímil es enormemente útil para este arte. La mentira que espanta e infunde terror y la que anima y enardece deben usarse debidamente, sin exageraciones ni repeticiones excesivas.


¿Cual de los dos partidos es más hábil y ducho en este arte, los Whigs o los Tories? (progresistas o conservadores diríamos hoy). Los dos, cada uno es más ducho en el uso de determinados tipos de mentira. Sin embargo, cometen la extravagancia de contar entre sus filas, a fin de que difundan mentiras, a los hombres más viles y a los genios más miserables como son, en su mayoría, los folletistas y gaceteros. Sería buena idea defender un proyecto para reunir en una sola sociedad varias pequeñas agrupaciones de mentirosos; sociedad que contaría con un Comité de Susurros, encargado de fabricar al menos una mentira diaria y difundirla, así como de crear mentiras de comprobación (globos sonda). Sobre la celeridad y duración en la difusión de las mentiras y sobre las formas de contrarrestarlas mejor.


Sobre todo esto y mucho más trata Jonathan Swift en su delicioso librito El Arte de la Mentira Política.

Datos personales

Mi foto
Nací en Valverde del Camino (Huelva) en diciembre de 1948. A los 17 años me fuí a estudiar a Madrid, donde viví hasta los 30. Me trasladé a Huelva y luego, con un intermedio de algún tiempo en Granada, a Sevilla, donde vivo ahora. ¿Desconcertado? Por la desorientación y perplejidad que me producen situaciones que he conocido o vivido, por comprobar que casi siempre la realidad supera a la ficción."En los blogs se busca el relato en primera persona, que es en torno a lo que pivota el sistema informativo de Internet".Me gustó esta frase y la suscribo.