jueves, 3 de diciembre de 2009

El Gran Dictador

Lo siento.
Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.
Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.
El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.
Soldados.
No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.
Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.
Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos.
Soldados.
No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravillosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón.
Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados.
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Calentar el agua al sol

De niño, cuando empezaba a apretar el calor, en el patio de casa se ponía al sol un baño de cinc lleno de agua para que se calentara. El agua se sacaba, ladeando al caer el cubo para mejor llenarlo, del pozo que había en el mismo patio; el agua corriente habitaba aun en el mundo de las ilusiones. Una vez caliente o, mejor, templada, nos servía aquel agua para lavarnos.
Hoy, cuando uno ni se acuerda de haber vivido sin agua corriente y sin televisión, por otros procedimientos mucho más sofisticados, seguimos calentando en casa el agua al sol.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Francisco Ayala

Leí Recuerdos y Olvidos del tirón hace ya unos años. Me impresionó la vida del personaje, hasta entonces desconocido para mí. Se apartaba del exiliado típico, esclavo de la nostalgia y del resentimiento, viviendo anclado en sus recuerdos y en su trágico pasado. Creo que a consecuencia de ello leí sus obras más importantes. Y aprendí y disfruté con ellas. Extraordinarios Los Usurpadores, reflexiones sobre el poder como corruptor de los hombres y sobre la poderosa atracción que ejerce sobre ellos. La cabeza del cordero, poniendo la atención en lo profundo y permanente de nuestra desdichada guerra civil, más allá de lo anecdótico. Una dictadura desde dentro: Muertes de perro. El fondo del vaso. Historia de macacos. El jardín de las delicias...Ha muerto uno de nuestros escritores más universales. Descanse en paz.

jueves, 29 de octubre de 2009

Manuel Castells

He asistido hoy al acto de investidura como doctor honoris causa de la Universidad de Sevilla del profesor Castells y he escuchado con atención su discurso, dedicado a la innovación. Me alegra que la Universidad de Sevilla reconozca la labor y acoja en su seno a investigadores de la talla de Castells, especialmente en campos tan importantes para entender nuestro mundo: todo lo relacionado con internet, con la comunicación y las redes sociales y con las nuevas tecnologías. Enhorabuena.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Una encrucijada decisiva

Ante eso estamos. No es la primera vez que ocurre, es cierto; sin embargo, la actitud de la sociedad, de los creadores de opinión y, especialmente, de los que tienen que tomar decisiones es muy distinta hoy a la que hubo en otras ocasiones. Cuando éramos más pobres, estábamos más aislados y carecíamos de muchos medios de los que hoy disponemos, nuestro afán de superación era común, compartido y extraordinario. Hoy por el contrario, cuando escuchamos la opinión fundada de los expertos nos quedamos, por un lado, como noqueados ante la magnitud de las dificultades que tenemos que afrontar y, por otro, seguimos adelante con más o menos desaliento como si aquí no pasara nada.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Antes que anochezca

En una playa de Huelva he leído este extraordinario relato autobiográfico y en una casa de campo de esta provincia fue escrito o revisado en su totalidad y ultimado en libertad. Su autor, el cubano Reinaldo Arenas, sufrió, como alguien dijo, una triple maldición en Cuba; ser: pobre, homosexual y escritor. Impresiona el grado de maldad al que podemos llegar los humanos en un ambiente propicio a la corrupción generalizada.

lunes, 20 de julio de 2009

Las crisis económicas en el Génesis

Puede leerse en el Génesis cómo el Faraón, desconcertado por los sueños que había tenido de siete vacas y espigas buenas que habían sido eliminadas por otras tantas flacas y malas, mandó llamar a todos los magos y sabios de Egipto, pero no hubo quien se lo interpretara a Faraón. Advertido por uno de sus servidores de su capacidad para interpretar los sueños, mandó llamar a José y le refirió sus sueños.
José dijo a Faraón:
"Las siete vacas buenas son siete años de abundancia y las siete espigas buenas siete años son: porque el sueño es uno solo. Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de aquéllas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asoladas, es que habrá siete años de hambre. (...) He aquí que vienen siete años de gran hartura en todo Egipto. Pero después sobrevendrán otros siete años de hambre y se olvidará toda la hartura en Egipto, pues el hambre asolará el país. (...).
Ahora, pues, fíjese Faraón en algún hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de Egipto. Hágalo así, Faraón: ponga encargados al frente del país y exija el quinto a Egipto durante los siete años de abundancia. Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición de Faraón en las ciudades y lo guardarán. De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto y así no perecerá el país de hambre." 

jueves, 2 de julio de 2009

Gonzalo y Antonio

Me enteré el otro día que El Libro de España no fue una idea original española, sino -como otras muchas cosas tan nuestras- copia de algo que se hizo en Francia allá por 1870. Con el afán de nacionalizar a los niños franceses a través de la educación, fue de obligada lectura en todas las escuelas un libro titulado, en traducción española, La Vuelta a Francia (como el Tour ciclista), cuyo argumento consistía en las aventuras de dos hermanitos huérfanos a través de todo el país.
A nosotros nos tocó aprender a leer con nuestros amigos Gonzalo y Antonio. Y con ellos recorrimos una España suficientemente modificada ya por el régimen de Franco. Aunque el libro original es de los años veinte del siglo pasado, el franquismo se encargó de arreglar la realidad y por lo tanto la historia de nuestro país a su conveniencia. El Pasiego y otros personajes y lugares quedaron ya en nuestro imaginario para siempre.

lunes, 22 de junio de 2009

Nuevos Diplodocus

Nos invaden. Están por todas partes. Han proliferado como moscas. Con cuatro hermosas ruedas; a veces, cuando tienen que sostener parados por algún tiempo a sus jinetes, con otros apoyos suplementarios garantizan la estabilidad. Más ágiles y silenciosos los modernos, ruidosos y algo torpes los que ya cumplieron algunos años. Alargan y encogen el cuello en el momento, con gran facilidad y a conveniencia, hacia un lado y hacia otro. No hay albañil, o pintor, o ponedor de velas, o quienquiera que tenga su tarea en lo alto, que no se encarame y desde allí lo manipule. Aparecen en medio de la calle en hora de trabajo. O apartados y vallados, con los útiles arriba para evitar el hurto, en los tiempos de descanso. Definitivamente, les han ganado la batalla a los andamios: son los nuevos diplodocus.

domingo, 19 de abril de 2009

Las pensiones y el Banco de España

Me ha resultado sorprendente comparar la reacción en/de los medios de comunicación de determinados personajes públicos o mediáticos, por la reciente intervención del gobernador del Banco de España ante la comisión del Congreso de los Diputados encargada del seguimiento del sistema público de pensiones, con una lectura directa de la misma. Cualquiera que no la haya leído o escuchado creerá que Miguel Ángel Fernandez Ordoñez está metiéndose en un terreno que no le corresponde y lanzando opiniones no fundadas sobre materias que desconoce. Nada más lejos de la verdad.

Es el parlamento quien le pide su opinión especializada al Banco de España sobre un tema tan trascendente como el futuro a medio y largo plazo del sistema de pensiones públicas. Y es el gobernador del Banco de España el que, ante tal demanda, anticipa algunas lineas de un informe-respuesta que enviará al parlamento. Y lo que dice -se esté más o menos de acuerdo con ello- son opiniones bien fundadas sobre los problemas que aquejan al sistema y posibles líneas de mejora del mismo. Las decisiones, en todo caso y así lo reconoce el gobernador, son políticas y deben adoptarse en el marco que le es propio.





domingo, 12 de abril de 2009

A propósito de la Cumbre en Londres del G20

Leí detenidamente la declaración de los gobiernos de veinte países, con el nuestro creo que veintiuno, que se reunieron en Londres a principios de este mes. Hermosas palabras. Ojalá creyéramos en ellas y, por lo tanto, pudieran cumplirse. Porque están por los hombres, mujeres y niños de la tierra, para que puedan tener una vida digna o aspirar a tenerla quienes hoy sueñan con ella. Y lo dicen y suscriben los gobernantes de países ricos y, como ahora se dice, emergentes. Aquellos, acomodados; éstos, empujando y luchando en competencia feroz por su sitio en el mundo. Hermosas palabras, más allá de tecnicismos; como lo fueron y siguen siendo hoy las fundacionales de la ONU. Debemos creer en ellas para que puedan cumplirse. Para que no caigan en el terreno pantanoso e infecundo del escepticismo. Yo creo en ellas, porque son el camino que debemos seguir para hacer un mundo mejor. Esta Cumbre no ha sido, no debe haber sido, una reunión más de gobiernos con declaraciones vacías. Debe reformarse lo que no ha funcionado o lo que se ha hecho rematadamente mal. Pero eso no implica tirar por la borda todo. Estoy con los Wilson, con los Roosevelt, con los Obama, porque hay que apoyar los esfuerzos en pro de un funcionamiento mejor de las instituciones internacionales, necesarias e insustituibles hoy para el funcionamiento medianamente ordenado del mundo. Ya es un tópico, pero no por ello menos cierto: Una crisis global debe ser resuelta con soluciones globales. ¿Qué hubiese sido de Europa -es decir, de nosotros- abandonada a su suerte en el siglo pasado?.

viernes, 6 de marzo de 2009

rosas, restos de alas, sombra y luz

"Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo". Yo tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo porvivir. No soy presente sólo, sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo que veo, a un lado y otro, en esta fuga (rosas, restos de alas, sombra y luz) es sólo mío, recuerdo y ansia míos, presentimiento, olvido. ¿Quién sabe más que yo, quién, qué hombre o que dios, puede, ha podido, podrá decirme a mí qué es mi vida y mi muerte, qué no es?...
Hace setenta años, nuestro admirado Juan Ramón Jiménez creó, allá en La Florida, al otro lado del Atlántico, expulsado de su tierra por un sangriento golpe de estado, Espacio, uno de los poemas más maravillosos que hoy la humanidad puede disfrutar. Una lectura reposada y un cariñoso recuerdo.

lunes, 16 de febrero de 2009

Hablar "fino"

La verdad es que no tengo las ideas claras sobre este asunto, pero siento la necesidad de decir algunas cosas.
En mi pueblo, de la persona que hablaba correctamente y con su acento el castellano se decía que hablaba "fino". Alguna vez, formando parte de un grupo numeroso de chiquillos, corrí detrás del forastero para oírle decir "Madrid" con la "d" sonora y bien pronunciada, o "muchas gracias, señora" con todas las "eses" y el tratamiento que a nosotros nos maravillaba. ¿Cómo era posible hablar así, con toda naturalidad, sin afectaciones?. Porque, algún paisano que salía del pueblo durante algún tiempo, volvía hablando "fino", pero de forma no natural, con algunas "meteduras de pata" garrafales. Allí estoy en un colegio extraordinario -contaba un pariente entrañable y querido que se fue a vivir a un pueblo castellano- que tiene hasta un campo para "jaser jimnasia". No hablábamos bien, porque no nos enseñaban a hablar bien; cuando leíamos, nos obligaban a pronunciar todas las letras, incluso a distinguir el sonido de la "b" y de la "v", pero nuestra forma de expresarnos, de hablar, era distinta y no nos la corregían. No obstante, admirábamos el correcto castellano.
Cuando tuve que vivir fuera de Andalucía debí esforzarme para hablar lo más correctamente posible el castellano sin perder el acento andaluz, mi acento, mi forma de expresarme y, por lo tanto, de ser. Y viví situaciones a veces desagradables, de malentendidos, de confusiones simplemente por la forma de hablar, por la mucha o poca "grasia" y "arte" que, por lo visto, debemos tener los andaluces.
El andaluz, -dice Ortega y Gasset en su Teoría de Andalucía- a diferencia del castellano y del vasco, se complace en darse como espectáculo a los extraños, hasta el punto de que en una ciudad tan importante como Sevilla, tiene el viajero la sospecha de que los vecinos han aceptado el papel de comparsas y colaboran en la representación de un magnífico ballet anunciado en los carteles con el título "Sevilla".
Me quedé anonadado la primera vez que leí semejantes consideraciones.
No me extraña en absoluto el revuelo que de vez en cuando levantan determinadas manifestaciones sobre la forma o el estilo de hablar o de ser de algún andaluz.
Por otro lado, entre mis paisanos, no es extraño confundir hablar bien el castellano o español con hablar "fino", aunque se diga "Madriz" o "la dije" o "abogao" y, lógicamente, quien habla "fino" sabe mucho de la materia que sea, aunque diga auténticas imbecilidades y tonterias.

domingo, 25 de enero de 2009

Saltar las tapias

En algún momento pararon las obras de un cuartel que quisieron construir en lo más alto del pueblo y quedaron las tapias como magnífico lugar de juegos para los niños.
La distribución en planta del edificio a medio hacer, dibujada sobre el terreno con tabiques de dos metros de altura de los de entonces, es decir, de más de medio metro de anchura y hechos a conciencia, era nuestro circuito de carreras.
Se trataba de correr en lo alto por todo el perímetro de tapias, saltando los huecos de puertas y ventanas como si compitiéramos en una carrera de obstáculos. El salto de la puerta grande era el más arriesgado y al que sólo unos pocos se atrevían. El patio interior era uno de nuestros campos de fútbol preferidos.
Años después se reanudaron las obras, se construyó el cuartel y aquel paraje dejó de ser sitio de juegos para niños.



Datos personales

Mi foto
Nací en Valverde del Camino (Huelva) en diciembre de 1948. A los 17 años me fuí a estudiar a Madrid, donde viví hasta los 30. Me trasladé a Huelva y luego, con un intermedio de algún tiempo en Granada, a Sevilla, donde vivo ahora. ¿Desconcertado? Por la desorientación y perplejidad que me producen situaciones que he conocido o vivido, por comprobar que casi siempre la realidad supera a la ficción."En los blogs se busca el relato en primera persona, que es en torno a lo que pivota el sistema informativo de Internet".Me gustó esta frase y la suscribo.